The sun is the same in a relative way but you are older

Siempre he sido contemplativo. Me agradan las estrellas. Ver las estrellas en un cielo despejado en la madrugada no tiene comparacion. Por un momento, pareciera ser que eres uno con el cielo, que eres un astro mas, que no hay tierra debajo de ti y que no hay nada mas que tú y las estrellas brillando a millones de años luz. Me hace pensar. ¿Cómo puedo ignorar la enorme extensión del universo y concentrarme? Al sentirme tan pequeño, tan insignificante, y a la vez poseedor de la conciencia que me permite admirar el perfecto equilibrio que representan todas esas estrellas girando incansablemente, alimentandose de reacciones nucleares a millones de años luz de aquí, renovandose, y sin embargo que en toda mi vida, en todo el tiempo que tiene disponible la humanidad para existir, nunca veremos mas que un solo instante de la vida de todas esas estrellas y moriremos sin que nuestra conciencia pueda haber cambiado en alguna manera la forma que el universo tiene...me confundo. Me hace darme cuenta que estoy solo, a pesar de todos los que parecen estar junto a mí.

A veces en la escuela, cuando estoy en el último piso de cualquiera de los edificios, no puedo evitar ir al final del corredor y mirar a lo lejos. No solo es el hecho de mirar a la gente caminar y preguntarse ¿qué buscan ellos en sus vidas?, no es el hecho de mirar el cielo y preguntarse ¿cuánto tiempo mas podré seguir viendo las formas de las nubes?, es simplemente mirar. Mirar sin razón aparente y sin mas beneficio que el de seguir mirando. Por un momento, guardar todas las dudas. Por un momento, dejar la mente en silencio y por instantes, solo por instantes, entender finalmente que no hay nada que entender, las cosas son y serán a pesar de uno mismo. Entonces, la "realidad" vuelve. Regresa toda maltrecha y amargada por el tiempo. Levanta su horrible cabeza y te mira con crueldad. Uno no puede evitar estremecerse con su malevola sonrisa, que surge al ver como las dudas regresan a ti. Cae sobre los hombros el peso de lo que uno es, de lo que uno se ha forjado y de lo que uno tiene que hacer para cambiarlo si no nos gusta o mantenerlo si estamos conformes. Todo está ahí de nuevo. Sin misericordia. Sin advertencia previa. Y, en ese caso, no queda mas camino que seguir adelante, seguir construyendo nuestro proyecto, seguir alimentando las propias fantasías de vez en cuando hasta que finalmente mueran y se lleven con ellas toda la esperanza que nos quede.

¿Cómo pelean los humanos contra sus dudas? No puedo evitar dudar, está en mi naturaleza. Y no todas las dudas son lógicas. Esas dudas me destruyen, me comen por dentro. ¿Qué significa todo esto? ¿Porqué las dudas no me pueden dejar tranquilo? ¿Porqué no me puedo guiar por la lógica? Si me guiara lógicamente, no haría caso a lo que siento. Viviría al día, de manera pragmática, sin importarme nada por lo que Sartre llamaba "el infierno de los otros". Viviría para enriquecer mi conocimiento, usarlo y al morir sería facilmente sustituible, como una pieza de equipo que termina su vida util...pero no puedo. Tengo la soberbia de pensar, a pesar de todo, que lo que a mi me pase tiene importancia, que yo existo y que de alguna forma debe importar en que me he convertido y en que me transformaré. Y entonces, me dejo arrastrar por el miedo, por el dolor, por la alegría y por todas las ilusiones que fabrica mi mente.

Entonces todo falla. Entonces los sueños se quiebran y las fantasías no pueden ser completadas...al fin son fantasías. Y, en un esfuerzo de voluntad, se hace lo posible por ser, por salir a respirar, a tomar aire, y revivirlas nuevamente. No es posible. Tarde o temprano, esas fantasías se convertirán en frustración, esa frustración en tristeza, esa tristeza en enojo y ese enojo en indiferencia. Y cuando terminas siendo indiferente, cuando ya no te importa nada de lo que ocurre en el mundo, cuando simplemente existes vacío por dentro...¿estás vivo? Y, si lo estuvieras, ¿tiene caso seguirlo estando?.

Y pensando en todo esto, regreso a mirar, a contemplar, a intentar averiguar que debo hacer y, entonces, todo parece distinto, parece nuevo, parece que puedo llegar a algun lado y que puedo seguir adelante. Ha pasado el luto por una parte dentro de mi que ha muerto y algo nuevo a nacido y pretende llevar su propia vida hasta las últimas consecuencias. Al final no puede importar mucho, pero mientras tenga conciencia, mientras tenga la capacidad de apreciar la belleza e intentar alcanzar esas inalcanzables estrellas, seguiré adelante. Para mi, la única razón por la que se debe llevar acabo una cosa, cualquier cosa, es porque uno está convencido de ello, porque uno está dispuesto a morir por ello y porque no hay otra forma de vivir mas que con pasión, a pesar de todo el dolor y a pesar de nuestras propias dudas. Ser es, indudablemente, una tarea de tiempo completo.